Sin duda, el icono turístico de Barreiros son sus inmensas playas de arena blanca y fina. Desde la vecina Playa de As Catedrais, en Ribadeo, hasta la ría de Foz – Masma se extienden ocho kilómetros de arenales consecutivos. Un espectacular paisaje para la contemplación, pero también para la práctica de actividades de turismo activo y, cómo no, para disfrutar de las suaves temperaturas del norte.
Largos y relajantes paseos
Aquí podrás hacer largos y relajantes paseos, dejándote acariciar por la brisa del mar y sintiendo la arena húmeda bajo tus pies, o pasar divertidas jornadas con tu familia disfrutando de su amplitud y escasa ocupación.
Rica biodiversidad
Además de ser un espacio de ocio constituyen un lugar para contemplar las diferentes formaciones geológicas así como su amplia biodiversidad ya que, tanto al nivel de la arena, como del acantilado tienen su hábitat interesantes comunidades animales y vegetales ocupando los distintos espacios en función de la exposición al oleaje, a las salpicaduras marinas, al viento y al tipo de sustrato.
El mar, fuente de salud
Otra preciada característica es la riqueza en yodo de estas aguas marinas. Gracias a la variedad de algas, nuestros arenales se encuentran entre los más iodados de España. Así, la gente del interior se acercaba antaño para tomar los baños de septiembre, llamados de “As Carolas”, y darse esa cura de salud que se le atribuye a este mineral.
Extenso paseo marítimo
El extenso paseo marítimo, que forma parte del Camino Natural Ruta del Cantábrico, conforma una buena opción para el encuentro con el mar ya que el recorrido se convierte en un perfecto mirador sobre este litoral.